sábado, 28 de noviembre de 2020

Cuento El costo de la Felicidad

 En esta oportunidad compartiremos con ustedes Auspiciado por la Alianza Cooperativa de poetas y escritores y El Circulo cooperativo de escritores el cuento escrito por Tamara Belen Bergonzi joven escritora de 16 años, de la Ciudad de Casbas, Argentina; felicitamos a la autora.



El costo de la felicidad.

Mi nombre es Noa tengo 15 años y lamentablemente trabajo para una familia de alto rango de blancos y la verdad no tengo una vida de felicidad y libertad, cuando apenas tenía 7 años me separaron de mi familia conquistando mi aldea y me vendieron para Europa y me acogió esta familia. No tengo eso que le llaman sueldo y como una vez por día, realmente tengo suerte de que al menos una persona me trate bien y es el hijo de la familia James el cual tiene dos años menos que yo (13), pasó mucho tiempo con él ya que sus padres no le dan atención y cuando yo estoy limpiando la casa él viene y me cuenta cómo le fue en esa cosa llamada escuela, según él es muy divertida y todos los días aprende algo nuevo, me gustaría asistir algún día, solo por una vez, ser alguien más y poder salir en carruaje con esa rara vestimenta que lleva el joven todos los días, es muy lindo.

Mi dia empieza apenas sale el sol, donde tengo que limpiar los establos por si los señores quieren cabalgar, luego me toca ayudar en la cocina con el desayuno y servir la mesa para levantar a los amos, los adultos se levantan a las 8:30 y el joven a las 9, mientras desayunan me toca limpiar las alcobas, luego voy a limpiar la cocina y ayudar para el almuerzo, luego, a la hora de la siesta es imposible hacer ruido, un dia se me cayo un plato y me encadenaron 3 días sin comida ni agua mientras me daban latigazos por mi mal comportamiento, rogué que me perdonen pero se rehusaban hasta que llegó el joven y trato de ayudarme pero el amo se enojó y lo castigó conmigo, se que esta mal pero realmente me alegro que me quisiera ayudar y no sentirme solo a pesar del dolor, él era lo único en lo que podía pensar. Antes tenía motivos para intentar acabar con mi vida pero ahora tengo un motivo por seguir en esta casa y se que lo que siento está mal pero se me hace imposible no sentirlo porque por mas que mi amor no sea correspondido y este maldito por los mismo dioses, es algo que me hace feliz y no abandonaré hasta el final de mis días aunque me cause la muerte, con el mi miserable vida sin significado ahora lo tiene y el es mi motivo para levantarme todas las mañanas.
2 años después..

Hoy cometí la cosa más loca que podría haber hecho en mi vida, le di un beso, lo di todo y acabe con todo, pero lo mejor fue que me lo correspondió es el día mas feliz de mi vida y también el ultimo porque nos vio la señora y nos separó abruptamente, firme la sentencia de muerte más hermosa de todas, aunque jamás nos volvamos a ver, yo se que morí feliz y el siempre vivirá en mi corazón, yo lo di todo por él y él por mi, realmente y finalmente me siento amado y completado, me sentenciaron a muerte y al final del día estoy destinado a la orca, pero por fin encontré mi libertad, mi felicidad y si este es el precio a pagar, lo haré con todo gusto.

Tamara Bergonzi 

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